24.5.10

Año 2000, cuartos de final de la Copa Libertadores de América, nos tocaba enfrentar a River en una etapa definitoria. Fuimos a la cancha de River y perdimos 2 a 1. Durante esa semana tuvimos que soportar a todas las “gallinas” que ya se veían clasificadas, hasta el Tolo Gallego, su Director Técnico, dijo que si nosotros poníamos a Palermo, él ponía a Francescoli. Martín Palermo había sufrido una rotura de ligamentos en Santa Fe contra Colón, la lesión igualmente no le impidió hacer el gol número 100 esa misma noche, pero si le iba a impedir estar seis meses dentro de una cancha y era la primera lesión grave que sufría “el titán”. La Copa Libertadores seguía y todavía faltaba el partido de vuelta en cancha de Boca, y cada “bostero” que cruzabas te decía: “quiero golearlos y que Palermo pueda volver aunque sea 10 minutos para meterles el último gol”. Finalmente llego el ansiado 24 de Mayo de 2000, una noche lluviosa, llena de expectativas por ese partido. El primer gol tardó mucho en llegar, fue el Chelo Delgado que a los 14 minutos del segundo tiempo puso el 1 a 0, igualmente no alcanzaba pero 20 minutos más tarde Riquelme de penal pone el 2 a 0 y deja a Boca clasificado a la semifinal de la Copa y eliminado a River. Fue la misma noche que vimos en vivo como, si fuera en cámara lenta, el caño magistral de Riquelme a Yepes. Pero faltaba algo más, faltaba Martín. Con un beso Carlos Bianchi despide a Palermo del banco de suplentes y lo manda a la cancha para darle el final que soñamos todos los hinchas xeneizes. Minuto 94 recibe la pelota Palermo de espaldas al arco, se da vuelta y con la cara interna de su botín izquierdo acaricia la pelota al palo derecho de Bonano y nos cumplió otro sueño, hizo realidad una ilusión que se trasladaba a cada hincha de Boca que expresaba cual era su deseo para esa noche o para cualquier partido contra River. Golearlos, bailarlos, eliminarlos de la Copa y la frutilla del postre, el gol de Martín que regresaba a una cancha después de 6 meses, el tiempo que demandó la recuperación de su lesión. Pasaron 10 años de esa noche, pero cada vez que veo ese partido, ese gol de Martín, no puedo evitar emocionarme. Recordemos que Riquelme con su caño y Palermo con su gol, hicieron posible esa noche que nuestros sueños más alocados fueran realidad, nos hicieron llorar con las lágrimas de Martín y el abrazo de Román. Nos hicieron felices logrando la Copa Libertadores y más tarde la Intercontinental frente al Real Madrid.




GRACIAS BOCA POR HACERME TAN FELÍZ ! =)